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Cómo soltar el exceso de tensión involuntaria en el cuerpo

No es posible soltar la tensión involuntaria a voluntad. Una parte de esta tensión es necesaria e importante para vivir y movernos. Abriendo nuestra atención hacia el interior del cuerpo exploramos la relación con el entorno, tanto en el mundo material como en el social. Al percibir esta relación podemos encontrar la forma de estar y movernos que permite reconocer y soltar el exceso de tensión.

Una inmensa parte de nuestra conducta, de nuestros movimientos, de nuestra experiencia sensorial está organizada en patrones de tensión habitual, que son inconscientes.

Reconocer estos patrones permite introducir pequeños cambios asumibles.

Cómo soltar el exceso de tensión involuntaria

En primer lugar, esto es bueno para la salud. La tensión habitual interfiere con las funciones fisiológicas: la circulación, la respiración, la digestión, la eliminación de toxinas y células dañadas, la reparación de tejidos dañados, las defensas... La tensión habitual somete las articulaciones a cargas excesivas de forma continuada que las desgastan. Crea un ambiente ácido en el cuerpo que propicia las inflamaciones, las cuales, a su vez, pueden ser precursores de patologías más serias como el cáncer, si no se tratan a tiempo y de forma eficaz.

En las relaciones humanas es útil darnos cuenta de las formas en las que abordamos al otro para poder hacerlo de forma que facilite la relación, ya sea con un familiar, un cliente, un colega, un superior o subordinado, un amigo o un desconocido.

En lo personal, es de lo más liberador descubrir que lo que nos mantiene en conflicto con el mundo o con nosotros mismos son tensiones que podemos aprender a soltar.

Los participantes en el taller exploran sus patrones a través de los movimientos cotidianos de respirar, estar tumbado, estar sentado, estar de pie, caminar y comunicarse, individualmente, en secuencias guiadas y en exploraciones en parejas, en grupos pequeños y en el grupo completo. La parte teórica del taller proporciona la información necesaria para comprender cómo estos patrones se generan y cómo se manifiestan en la relación entre el cuerpo y el campo gravitatorio de la Tierra.

Según cómo ocupas el espacio con tu cuerpo y en qué relación te mantienes con las coordenadas del campo gravitatorio de la Tierra, te abastece con una energía que te confiere una sensación de elevación y facilidad en el movimiento, una sensación de vivir y moverte al unísono con una fuerza mayor. Un mal alineamiento produce malestar y, a la larga, disfunción y enfermedad.

La tensión que se genera cuando vives en conflicto con la gravedad atrapa el flujo de sensaciones en patrones repetitivos que impiden percibir con claridad lo que está pasando de verdad. Entonces, los tejidos que componen el cuerpo quedan embebidos de contenidos emocionales irresueltos del pasado que permanecen guardados justo por debajo del umbral de la conciencia desde donde informan la visión de uno mismo, de la vida y del mundo.

La psique parece guardarlos hasta que tengamos la madurez suficiente, o la distancia suficiente, para poder atenderlos en vez de repetirlos. Incluso los transmite de generación en generación de modo que hijos y nietos pueden atender en su cuerpo y psique, las huellas de los traumas de sus padres y abuelos, quienes carecían de las oportunidades de hacerlo que hoy tenemos. Al tener en cuenta el origen del trauma, empieza a ser factible dejarlo donde pertenece y reorientar la propia conducta y actitud frente a la vida y al colectivo de un modo más coherente con los requisitos del momento presente. Abordando los traumas colectivos de guerras, regímenes totalitarios, terrorismo, explotación y abusos a través de sus manifestaciones en la vida individual de cada persona contribuimos a un cambio sostenible no sólo en la propia vida sino también en el colectivo y fomentamos una convivencia en paz. Cada persona cuenta.

El formato del taller proporciona experiencias y conocimientos que aportan un valor adicional para profesionales de la salud física y psíquica, de la educación, del arte, del mundo de la empresa, del deporte y muchos otros, pero no requiere una formación previa. Un requisito indispensable es la voluntad de desarrollar cierto nivel de sensibilidad que permite percibir sensaciones en el cuerpo, sean placenteras o dolorosas, y aprender a gestionarlas para poder atender, de un modo eficaz, a las partes de la propia persona atrapadas en el conflicto con los campos de fuerza mayor del mundo. El taller proporcionará las herramientas para desarrollar esta sensibilidad, aunque la persona haya invertido mucha energía en insensibilizarse y no sepa cómo percibir su cuerpo.

Imparte: Brigitte Hansmann

 

Cómo soltar el exceso de tensión involuntaria en el cuerpo